lunes, 24 de mayo de 2010
Astor Piazzolla, una figura polémica pero muy importante en nuestro tango
Así es. Sin lugar a dudas el nombre de Piazzola en el ambiente tanguero despierta encontradas pasiones. Por un lado, sus defensores ; por el otro, sus acérrimos detractores. Los que están con él argumentan que fue un vanguardista que revitalizó el tango cuando éste estaba muriendo, y tienen mucha razón. Piazzolla conmovió a Europa con sus conciertos y la magistralidad de sus arreglos. Decir " Adios Nonino " o " Balada para un loco " es decir mucho en el tango contemporáneo. Son hitos innegables. Los que lo critican procuran desvalorizarlo diciendo que tiene formación musical proveniente del jazz y que ejecuta un tango urbano, que se aparta del estilo del tango clásico. Y esto es una verdad a medias. Haber tenido formación jazzística no invalida para nada la obra de Piazzolla. En lo que si tienen razón sus detractores es en que no era popular y el tango tiene esa raíz que nace en el arrabal, en el barrio pobre, en el conventillo. Tiene aroma a milonga, a burdel, a guapos y malevos, a facones que brillan en la oscuridad antes del " tajo fatal ". A amores que incluían a las " loras " y a las " Mimis ". Respiraba aire de cafishios milongueros, de bacanes que acamalan con su vento. A garufas, niños bien, dandys, sushetas, canyengues y mistongos. Huele a pucherito de gallina y a bon vin... Elementos infaltables en el pueblo tanguero. De eso Piazzolla, minga... Mucho bardo y bandera con el paciente del Borda, pero para los psiquiatras. Para el tango, dudo... Son opiniones nada más.
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